Una nueva rutina: los primeros días con bebés recién nacidos
Las primeras semanas son un proceso de adaptación para todos: para ti, para tu pareja u otros familiares, y por supuesto, para tu bebé. Para que sea todo lo más sencillo posible, ten en cuenta estas recomendaciones:
- Los primeros días, cuando todavía estéis en el hospital, no dudes en preguntar todas tus dudas a las matronas. Ellas podrán asesorarte tanto sobre la lactancia como sobre los cuidados del bebé en general.
- Ten en cuenta que el bebé tiene sus propios ritmos, y tendréis que adaptaros a ellos. Sus necesidades más importantes son la comida y el sueño, y al principio no tendrán horarios muy establecidos. Para un recién nacido absolutamente todo es nuevo y depende de ti completamente, así que debes atender siempre a sus necesidades.
- Observa a tu bebé. Los bebés recién nacidos tienen muchas cosas en común, pero también son personas únicas y cada caso es distinto. Por eso, para saber qué necesita tu peque en cada momento, lo mejor que puedes hacer es observar atentamente su comportamiento y sus reacciones. Así, cada vez os iréis conociendo mejor y estaréis más en sintonía.
- Ármate de paciencia: al principio, adaptarte a las nuevas rutinas no será fácil. Con el tiempo, tu bebé irá adquiriendo autonomía poco a poco, y sus horarios de sueño y alimentación se irán haciendo más regulares.
- Apóyate en tus seres queridos: los amigos y los familiares tienen un papel muy importante en los primeros días de un bebé. Cuenta con ellos para ayudarte en las tareas que necesites y así centrarte más y mejor en tu bebé.
La alimentación del recién nacido
Para alimentar a tu bebe, ya sea con pecho o con biberón, busca un ambiente tranquilo para las tomas. Debe ser una ocasión relajada para conectar con tu nuevo bebé.
Para saber si el bebé está tomando suficiente leche, el indicador más importante es el peso. Durante los primeros 7 a 10 días el bebé puede perder hasta el 10% del peso que tenía al nacer, pero después debería ganar al menos 150 gramos a la semana.
Otro indicador de que las cosas están yendo bien es que el bebé se queda tranquilo y saciado después de comer y aguanta cierto tiempo entre toma y toma. Si llora demasiado y pide comer cada 10 o 20 minutos, es posible que haya algún problema de lactancia. Ante cualquier duda debemos consultar con el pediatra.
Otros cuidados del bebé recién nacido
- El baño puede ser diario desde el nacimiento, aunque aún no se le haya caído el ombligo. La temperatura recomendable del agua es entre 36 y 37 grados.
- El ombligo debe permanecer seco y tapado con una gasa limpia durante el resto del día. Normalmente los restos del cordón umbilical se desprenden entre la segunda y la tercera semana de vida.
- Las uñas del bebé deberían estar siempre cortas y limpias, ya que de lo contrario podría arañarse y transmitirse infecciones. Las cortaremos con unas tijeras romas, preferentemente después del baño.
- Hay que abrigar al bebé un poco más que a los adultos, pero sin excederse. Idealmente, la temperatura ambiente de casa debería estar entre los 20 y los 22 grados y con algo de humedad.
- La postura correcta en la cuna es boca arriba, nunca boca abajo. El bebé debería descansar siempre sobre un plano inclinado de 20 o 25 grados, cosa que podemos conseguir colocando una almohada u otro objeto debajo del colchón.
- El pediatra te indicará en qué fecha acudir a la primera revisión para comprobar que todo sigue bien. Es una gran ocasión para plantearle todas las dudas que hayan podido surgir durante vuestros primeros días juntos.
